Posada Valle del Oso - Lerones, Cantabria

[email protected] I.

Disfrutamos este fin de semana de una tranquilidad absoluta con unas vistas inmejorables. Totalmente recomendable, pueblo apartado muy tranquilo, con rutas cerca muy bonitas. Si lo que buscas es desconectar y tranquilidad sin duda es el lugar. Tanto las habitaciones como el hotel, muy bonito y muy mantenido y limpio.
Detalle de poner doble almohada en la habitación.
Desayuno variado y la persona que nos atendió super atenta en todo momento. Lo recomendaría sin duda.
Gracias por todo!

Aude S.

Lugar encantador, perfecto para desconectar en el medio de las montañas.
Las habitaciones tienen vistas preciosas! Todo está muy bien decorado y muy limpio.
Natalia es muy amable y nos ha recomendado buenas rutas de senderismo.
Trato inmejorable por parte de Bárbara, que se ha mostrado atenta en todo momento y nos ha servido un desayuno espectacular.
Si tuviera que mencionar algo por mejorar, sería tal vez las almohadas, pero eran un poco blandas para mi gusto. Pero es un detalle mínimo porque de verdad la estadía merece la pena. Lo recomiendo al 1000%.

Loopez

Sitio increíble, muy recomendable . Ideal para ir con amigos o familia.
Me encanto el trato tanto en la recepción como la que nos atendió en el desayuno, atenta y amable con mi hija y esas cosas se agradecen.
Volveremos en verano.

nuria S.

Estuvimos 5 días de vacaciones y lo pasamos genial. Al llegar te dan un mapa con información sobre los sitios de interés. Son super agradables.
Las habitaciones grandes y muy nuevo todo. El desayuno muy completo y los frisuelos me encantaron. Las vistas desde el hotel, preciosas.

Es un buen sitio para estar tranquilo y visitar lugares con el coche.
Te invitan a una visita y cata de vinos, con una botella de regalo al comprar otra. Todo un detalle

Erik H.

Experiencia regular pero quizás por el precio no se puede pedir más.

El lugar es entrañable, en lo alto de un pueblo muy pequeño, con piscina con vistas a las montañas. Se llega fácilmente pero hay que atravesar algunas calles estrechas. Hay parking en la calle pero las plazas son muy justas de espacio y los lados dan con un muro o dan directamente al vacío, lo cual es inconveniente.

El hotel en sí es de estilo rústico y un poco ruidoso (las puertas golpean fuertemente y se escucha facilmente a los vecinos de pared con pared, como por ejemplo el bebé de encima que no dejó de llorar en toda la noche).

Nos tocó una habitación encima de la entrada principal, donde algunos huéspedes se quedaban charlando y fumando hasta medianoche, lo cual fue desagradable porque teníamos que dormir con las ventanas abiertas porque no había climatización.

El desayuno está bien, incluye lo típico: tostadas, bollería, cereales, café, etc. Además te cocinan en el momento un dulce típico de la zona.

El personal es amable y atento, y te hacen recomendaciones para visitar o comer. Para cenar hay un par de restaurantes a menos de 10 mins en coche o se puede pedir alguna cosa básica en el hotel.

cristina R.

La Posada Valle del Oso es un lugar donde se respira el silencio, la serenidad, la tranquilidad, y es de esos entornos que consiguen recargarte las pilas solo con pasar unos días en ella. La casa está cuidada con mimo en cada detalle. Las habitaciones son amplias, con camas cómodas, limpieza perfecta y muy buena insonorización. Los desayunos, soberbios, con un bufete libre de gran variedad y frixuelos recién hechos. La piscina básica y perfecta. Las vistas del Valle, impresionantes, para quedarte embobado por horas.
Fuimos en familia, con una niña pequeña, y, sin duda, repetiremos.
Gracias a Natalia, a Bárbara, a Juan, que nos trataron con tanto cariño y profesionalidad. A Manuela y a Juan, que hicieron la estancia de Alba mucho más amena. Volveremos a vernos. Enhorabuena por lo que habéis conseguido crear.

Jonathan G.

Hemos pasado este finde una noche de tranquilidad absoluta. La ubicación perfecta, lo mismo que el trato recibido. El desayuno (6€) muy rico y la persona que lo pone está atenta todo el rato de que no falte de nada. Volveremos!

Olibornorte

Las chicas que lo llevan son un encanto y te atienden con paciencia y te dan todas las informaciones necesarias sobre la zona. Las habitaciones tienen equilibro entre lo rural de una posada y lo moderno de un hotel urbano. El desayuno variado y con productos caseros. El entorno espectacular. No está lejos en coche de Potes, pero hay que tener en cuenta que la distancia y la carretera, sin ser mala, se te hace lejos para ir por ejemplo a cenar a Potes y por la zona no hay oferta de hostelería. Como crítica constructiva, en nuestra habitación pasamos un poco de frío. La calefacción estaba encendida y el radiador calentaba, pero puede ser tema de dimensionado, quizás insuficiente para el tamaño de la habitación. Por la mañana estaba apagada y para ducharnos también nos faltó un poco de confort térmico en el baño. Para desayunar lo organizan por turnos y a pesar de ello, cuando bajamos en nuestro turno, tuvimos que esperar más de 20 minutos para poder desayunar porque el comedor estaba lleno y en la terraza hacía un frío que pelaba (febrero).
De todas maneras el balance es positivo.